domingo, 23 de diciembre de 2007

EL CONEJO EN EL SOMBRERO



El sombrero y los conejos
Las producciones del interior de un sombrero, usualmente prestado, eran uno de los trucos más
potentes del repertorio mágico antiguo. Actualmente no se vé nada de esto y se debe únicamente
a que los magos modernos desconocen los procedimientos tan sencillos que se utilizaban. Por
supuesto que hoy día nadie usa sombrero (y menos de copa) por lo que no se puede pedir uno
prestado pero el efecto no se desmerece en lo más mínimo si uno usa su propio sombrero de
copa, el cual puede hacerse examinar, aplanarse, etc. De hecho, el ya nombrado Hartz se hizo
famoso en el siglo pasado por la gran cantidad de cosas que sacaba de un sombrero propio el
cual había hecho hacer ligeramente más grande para facilitar su trabajo de cargas. Algunas de
las producciones que antaño se hacían de un sombrero se pueden hacer hoy de un bolso de
señora. El tema de las producciones de sombrero lo trataremos con más detenimiento dentro de
unas cuantas páginas. Ahora vamos solo a explicar el truco de los conejos.
Alexander Herrmann es el responsable de que los magos seamos identificados con el truco de
sacar un conejo de un sombrero. Esto da una idea del partido que le llegaba a extraer a este
efecto que hoy día creo que no hace ningún mago. De paso, Herrmann también es responsable
de la imagen que ha quedado del mago como un señor misterioso con perilla y bigotes
mefistofélicos. Esto demuestra hasta que punto fue importante este gran mago. El truco original
no era la aparición de un conejo de un sombrero sinó de dos conejos, uno detrás del otro. Para
ello, el frac del mago estaba acondicionado con dos bolsillos secretos en el pecho. En cada uno
de ellos se metía un conejo pequeño. Herrmann mostraba el
sombrero completamente vacío y de repente daba un giro
sobre sí mismo moviendo el sombrero como si cogiera algo
del aire con él. Inmediatamente sacaba un conejo del
sombrero. En el momento del giro, la otra mano metía
rápidamente el conejo de uno de los bolsillos del pecho en el
interior del sombrero. Si se practica con el sombrero se verá
que el gesto, aunque teatral, no deja de ser natural y
disimulado. Este primer conejo se dejaba en el suelo y al
inclinarse ligeramente para hacerlo, el sombrero quedaba a la
altura del pecho con la abertura hacia el cuerpo. La otra
mano cargaba rápidamente el otro conejo en el sombrero y se
sacaba inmediatamente. También podría fingirse sacar del sombrero, sacándolo directamente
del bolsillo tal como muestran los dos dibujos.
Como se vé, no se trata de un truco fácil pero tampoco es tan
difícil. La carga repetida del sombrero es similar en cierta
forma a la carga final de un cubilete.

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